Los paneles solares son la columna vertebral de cualquier sistema fotovoltaico y su eficiencia y durabilidad son claves para maximizar la energía generada. Para sistemas pequeños en hogares, existen tres tipos principales de paneles solares que se diferencian en materiales, eficiencia y costos.

Conocer las características de cada tipo ayuda a tomar una decisión informada según las necesidades y presupuesto de cada hogar.
1. Paneles monocristalinos
Los paneles solares monocristalinos están hechos de silicio puro y se reconocen por su color oscuro y esquinas redondeadas. Cada célula está formada por un solo cristal de silicio, lo que les da una estructura uniforme que mejora su eficiencia.
Eficiencia: Entre el 18% y 22%, lo que los convierte en los más eficientes del mercado.
Durabilidad: Mayor vida útil, suelen durar más de 25 años con una pequeña disminución de eficiencia anual.
Espacio requerido: Gracias a su alta eficiencia, requieren menos espacio para generar la misma cantidad de energía en comparación con otros tipos.
Costo: Son los más costosos debido a su proceso de fabricación y eficiencia.
Los paneles monocristalinos son ideales para quienes tienen limitaciones de espacio y buscan un rendimiento óptimo, aunque a un costo más alto. Además, su durabilidad hace que sean una inversión a largo plazo
2. Paneles policristalinos
Los paneles policristalinos están hechos de múltiples fragmentos de silicio fundidos en una sola célula, lo que les da un color azulado y una apariencia menos uniforme. Estos paneles son una opción más económica que los monocristalinos, aunque con una eficiencia ligeramente menor.
Eficiencia: Entre el 15% y 18%.
Durabilidad: Vida útil similar a los monocristalinos, alrededor de 20-25 años, aunque con una ligera pérdida de eficiencia anual.
Espacio requerido: Requieren más espacio que los monocristalinos para generar la misma cantidad de energía debido a su menor eficiencia.
Costo: Más económicos que los monocristalinos, lo que los hace una opción popular para hogares con espacio suficiente y presupuesto limitado.
Los paneles policristalinos son una buena opción para quienes buscan un equilibrio entre costo y rendimiento, especialmente en ubicaciones con espacio suficiente para instalarlos.
3. Paneles de película delgada
Los paneles de película delgada están hechos de una combinación de materiales semiconductores como el cadmio y el telurio (CdTe) o el silicio amorfo. Son flexibles, ligeros y se pueden adaptar a distintas superficies.
Eficiencia: Varía entre el 10% y 12%, la más baja entre los tipos de paneles solares.
Durabilidad: Vida útil más corta, en torno a 10-15 años, y pueden tener una tasa de degradación mayor que los paneles de silicio.
Espacio requerido: Requieren más espacio debido a su menor eficiencia, aunque son una opción flexible para techos o superficies que no soportan paneles más pesados.
Costo: Generalmente, son los más económicos de los tres tipos.
Los paneles de película delgada son adecuados para instalaciones donde el costo inicial debe ser bajo o para lugares con superficies irregulares. Sin embargo, su menor eficiencia y vida útil los hacen menos adecuados para proyectos residenciales a largo plazo.
¿Cuál elegir?
Para sistemas fotovoltaicos pequeños en el hogar, los paneles monocristalinos ofrecen el mejor rendimiento en cuanto a eficiencia y durabilidad, aunque a un costo más alto. Los paneles policristalinos son una opción económica y equilibrada para hogares con espacio suficiente, mientras que los de película delgada son una alternativa flexible para superficies específicas, aunque menos eficientes.